Como padre, seguro que te has planteado alguna vez cuándo debes acudir a un dentista infantil en Valls para la ortodoncia de tus hijos.
Es muy difícil que se produzca el perfecto alineamiento en los dientes de manera natural, por lo que un porcentaje considerable de la población probablemente necesitará ortodoncia a lo largo de su vida.
En el caso de la ortodoncia infantil, hay que decir que cuanto antes puedan evaluar el caso de tu hijo, mejor manera de evitar posibles agravamientos. La SEDO (Sociedad Española de Ortodoncia) aconseja que la primera visita al dentista se efectúe alrededor de los siete años de edad, ya que durante esos años ya han salido los primeros molares, además de los incisivos. Así pues, mediante esta visita al dentista infantil en Valls se puede determinar si el desarrollo está siendo correcto y, en caso contrario, detectar posibles alteraciones de malposición o maloclusión de manera precoz.
Por regla general, y a excepción de problemas más serios (mordida cruzada o torcida por asimetría ósea, problemas genéticos, etc.), el tratamiento se iniciará cuando los dientes de leche hayan sido reemplazados por los definitivos. Algo que suele ocurrir en torno a los 11 o 12 años, aunque depende de cada niño.
Una vez dicho esto, debemos destacar que actualmente existen dos tipos de ortodoncia que varían en función de los objetivos buscados:
- Los aparatos removibles o de quita y pon. Son usados para corregir alteraciones bastante concretas. La clave de este tipo de ortodoncia es llevarla puesta. O, dicho de otra manera: cuanto más horas lleve tu hijo puesto el aparato, mejor será el resultado final.
- Los aparatos físicos o brackets. Son la opción tradicional y se utilizan sobre todo para redirigir el crecimiento óseo y corregir los malos hábitos.
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